"El clero sisa hasta la Cornisa": No al minivaticano.

"Vamos, no me fastidies" (por ser fina) es lo que he pensado después de meterme en la página del Parque de La Cornisa (Madrid) a raíz del email de un amigo.
"De verdad, no entiendo cómo pueden tomar este tipo de decisiones, saben que perjudican y que no serán apoyadas por la gente" he comentado más tarde con otros compañeros, "las toman porque en Madrid gobierna el PP" ha aclarado uno de ellos.

Pues vaya con el PP y sus ideas de bombero católico practicante.

Resulta que se ha aprobado un plan de recalificación de terrenos en el Parque de la Cornisa, actualmente zona verde y emblemática, y lugar estratégico para ver la puesta de sol de la capital (me cuenta mi amigo), para convertirlo en un "Pequeño Vaticano", una mini-sede para Rouco y su séquito.

El proyecto habilita 25.000 metros cuadrados que contemplarían, leo en Público.es, una biblioteca diocesana, una casa de la iglesia con 200 plazas de aparcamiento, una residencia para sacerdotes, oficinas y un hogar para indigentes.

Ciudad de la Iglesia ha contado con el apoyo del PP y los votos en contra del PSOE e IU.
Por si no fuera poco, los vecinos también se han mostrado indignados (aunque llevan tiempo mosqueados) con estas negociaciones, con Gallardón y con todos los antepasados de Jesús.
Y es que no es para menos; después de 20 años de negociaciones, los representantes de esa falacia llamada catolicismo se harían con 25.000 metros cuadrados, repito, de terreno perteneciente a todos y todas, desterrando de allá a niños, a jóvenes, a adultos y ancianos, para llenarlo de crucifijos y clerigmans, o alzacuellos.

Que, a ver, dejando a un lado mi posición en cuanto a la religión, esto viene a demostrar cuán egoístas pueden ser las decisiones del Señ... De la Iglesia. Porque una cosa es Dios, y otra la Iglesia.
Dios, en el caso remoto y ya ridículo (por lo desvirtuadísimo que está) de haber existido como tal, probablemente... qué digo, seguro que preferiría donar su dinero a aquellos sin recursos y no dejarlo caer en manos que portan anillos de diamantes.
O sea, el clero.

Como buena periodista bien documentada, he ido al otro lado de la balanza, leyendo la opinión de los católicos. Que, por cierto, qué salados:
"Lo que quiere es construir una “Casa de la Iglesia”, una Biblioteca dependiente del Seminario y un párking para estas instalaciones. ¡Menudo crimen! Utilizar un espacio público para fines sociales. De aquí a la cárcel o a la hoguera; por lo menos la hoguera mediática ya la han encendido los citados grupos."

"Y encima, los que más se quejan son grupos que se dicen defensores de una Europa laica, cuando lo que en realidad defienden es el odio exacerbado a lo religioso, y especialmente a la Iglesia Católica. No defienden la separación Iglesia-Estado sino la aniquilación de la Iglesia, su desplazamiento de la vía pública y su reducción a la conciencia individual… si acaso, que eso también es peligroso."

Un espacio público para fines sociales... o 25.000 metros cuadrados -no me cansaré- de zona popular para el uso y disfrute del estado eclesiástico.

Exagerados también son un rato. Yo sufrago la separación Estado-Iglesia, y el hecho de que lo haga además con su aniquilación no adjunta un sentimiento común extendido a todos.

Que reafirmando lo comentado, Dios no equivale a Iglesia, ni Iglesia equivale a Religión o Fe.
Me acercaría más uniendo Iglesia y Negocio, Iglesia y Dinero, Iglesia y Oligopolio.
Porque después de tantos años, sigo sin entender las riquezas acumuladas de los intérpretes de la Biblia.

Termino con uno de los lemas que se leían en la manifestación ocurrida el pasado 29 de Marzo, que contó con la asistencia de entre 6.000 y 8.000 vecinos, políticos del PSOE y caras conocidas, "menos sermones y más condones".

Paz y Zonas Verdes en Madrid.