lunes, 5 de noviembre de 2007

Diferencias entre iguales.

Pues no, no voy a tratar el tema de los sueños, ya que en ello profundizaré más y ahora no tengo ni el tiempo ni las ganas.

Sin embargo, estaba mirando las fotos que hice en mi último viaje a Londres, en septiembre, y en concreto, las hechas en el barrio de Camden, conocido por ser un lugar en donde se dan cita toda la variedad de moda, estilos, gente, etc... Es una de las atracciones de Londres, si no has estado en Camden, no has estado en Londres.
Es un sitio en el que, simplemente, te sientes bien; no hay de quien te mire por lo que lleves o dejes de llevar, unos vienen, y otros van, y no importa los piercings o los tatuajes que tengas, el color de la piel o la forma de tus ojos. Ahí todos los diferentes son iguales, y todos son diferentes.
Pues, pensando en esto, me acordé de que lo primero que me vino a la mente al llegar allí fue justo eso, la percepción tan asumida que los londinenses tienen de la humanidad, y eso que yo soy chica de una gran ciudad en la que hay millones de personas con millones de vidas a las que sólo les interesa la suya, pero, aún así, yo soporto constantemente miradas y murmullos por ponerme un determinado tipo de ropa o tener un simple aro en la boca. Claro que, dicho así, parece que vista con peines en la cabeza o que sea diariamente criticada por la apariencia... ni mucho menos.
Lo que vengo a decir es, básicamente, que en España somos bastante más cotillas y chismosos que la mayoría de nuestros compañeros europeos. Sí, por supuesto, marujas hay en todos los lugares, eso no se duda, pero, a gran escala, estoy segura de que aquí hay más por metro cuadrado.
También esto tiene que ver con el "lento" avance de España, y con los años de la dictadura, que intentaron hacer desaparecer lo que se salía de la estela de lo políticamente correcto.
Por ello es por lo que estamos retrasados en casi todo.

Esta idea ha planeado sobre mi mente durante toda la vida, cómo es que la gente pueda sentir odio por otras personas cuando, en realidad y al final, somos personas y gente de la misma manera.
O el hecho de sentirse invadidos por los inmigrantes. Como si España no hubiera tenido que huir de aquí porque apenas había para comer o para vivir... Es injusto que a todos se les meta en un mismos saco cuando un gran porcentaje viene simplemente a trabajar y poder ganar su dinero.
¿Que si disfrutan de ventajas o no? Pues mira, no lo sé, no voy inmigrante por inmigrante preguntando, pero apuesto a que sus ventajas no son ni la mitad de ventajosas que la normalidad que tenemos los demás, con nuestra casa, nuestra cama y nuestra comida diaria (y el sinfín de caprichos) y sin andar trabajando durante doce horas por un sueldo miserable e ilegal.
Que, luego, esos que son menospreciados y explotados, serán los que nos paguen la jubilación, en gran parte.
A veces, para dar una opinión, hay que conocer ambas posturas.

Aparte, y volviendo a Londres, allí también descubrí el por qué de que los ingleses lleven chanclas aún a mediados de Noviembre...
pero eso es otro tema.

No es que sea digno de un Pulitzer mi texto, pero, oye, yo aporto mi pequeña opinión. Ahora me gustaría conocer otras impresiones. ¿Es España un país poco avanzado socialmente hablando? ¿Por qué?
Va... que no borro comentarios :D


-S

miércoles, 31 de octubre de 2007

Detrás de las caras.

Ayer mismo, según venía en el autobús desde la universidad, iba pensando en esto de lo que hay detrás de las caras.
Soy una persona muy observadora, y sé captar bastante bien la personalidad y los rasgos característicos de las personas, y, con eso, incluso, conocer sus reacciones ante ciertas acciones. Vamos, que se me habría dado bien el espionaje.
Suelo saber utilizar la psicología con la gente, lo cual me ahorra molestos momentos, a veces. ¿De qué manera la uso? Pues bien, el tono de la voz, los gestos corporales, los aspavientos, y hasta la forma de mirar o sonreír son importantes a la hora de tratar con alguien, porque tendemos a mal interpretar rasgos y a confundir señales. Rollo TV Satélite cuando estás viendo el fútbol y te aparece una tía vendiéndote una silkepil que quita hasta los pelos que aún no han salido. Algo así. Cosa que yo he aprendido a controlar.
Para que nos entendamos, sé cuándo debo reír, cuándo mirar de reojo, cuando no mirar, y cuándo matar con la mirada. Claro que en varias situaciones esto también me ha fallado, eh, pero como diría Aramis Fuster, un diminuto margen de error.
Y no, no estoy pensando en abrir clases particulares de ligoteo, básicamente, porque de eso no va el tema. Es mucho más profundo. Y sigue sin ir de ligoteo.

Hay personas sensibles, y personas más duras psicológicamente hablando, y cada uno tiene un tratamiento especial. No puedes dirigirte igual a la una que a la otra. Voy a ser más práctica, pondré ejemplos.
Hace tiempo, yo tenía una amiga que era del tipo 1 (sí, vamos a llamarles Tipo 1 y Tipo 2, ¿por qué? ¿y por qué no?) y no había día en el que a ella no le pasara algo. Sus mosqueos provenían de bromas -o silencios, comentarios, etc.-, simples e inocentes, que los demás hacían sin ningún tipo de maldad. Todos eran capaces de darse cuenta de esto, menos ella. Los sarcasmos y las ironías a destiempo le hacían pensar mal, y pasarse días enteros razonando que estaba sola, que nadie la comprendía y que quizás había hecho algo malo.
Entonces, digamos que el resto de mis amigos son del tipo 2. A pesar de haber excepciones, obviamente, por lo general, la forma de entender los comentarios son más superficiales, y se es menos crítico y más surrealista. Que, traducido al castellano, vendría a decir que nos pasamos muchas cosas por el aro. En parte, yo creo, por esa confianza que se debería tener entre amigos.
¿El final de la historia? Ella un día acabó marchando. Pasó de ir en contra del alcohol, las drogas y etc. a unirse a una comuna de bohemios. O una cosa así.
El tipo 1 reaccionaría de forma más insegura, cerrada y defensiva.
El tipo 2 le daría menos importancia y mostraría más seguridad.
Con el primero, yo, personalmente, tengo un comportamiento tranquilo, dulce y acogedor.
Con el segundo, sin embargo, voy con menos pies de plomo y trato de hacer gestos más contundentes y altero el movimiento.

Pero, sinceramente, podría escribir un libro sobre ello, con sus diez tomos y sus versiones extendidas disponibles en DVD para los menores de la casa a partir del 2 de enero del 2084.
Así que no lo voy a demorar más, quizás continúe con ello algún día.


Esto, aunque parezca mentira por mi verborrea, tiene bastante que ver con la temática de mi blog. Detrás de las caras es una bella manera de denominar el análisis de las personas; lo que esconden, lo que no se aprecia desde fuera, los miedos, los sueños, los problemas y las alegrías que todos, sin excepción, tenemos.
Me lo creé para dar rienda suelta a mis suposiciones y críticas, y para que todo aquel que esté dispuesto, opine también. Me gusta ser discutida con razones.
La foto tampoco está puesta adrede, nada de lo que podáis ver, leer y/o escuchar aquí está sin significado. Quisiera que lo tuvierais en cuenta para el futuro, porque espero que haya futuro.

En el próximo capítulo, trataré los sueños. Fíjate, qué apañada.

-S


PD: Gracias por esos dos primeros comentarios, aunque uno de ellos no sepa de quién es (cosa que, por otro lado, no estaría de más saber), cuando sea famosa, recordad que inaugurasteis mi segundo blog :)
Gracias también a los simpáticos que me han leído, pero no dejado comentario -ésta os la guardo-. Al menos os pasáis, y eso ya mola de por sí.
Gracias a la Academia y a mis fans por su apoyo y...

lunes, 29 de octubre de 2007

Pasen y vean.

Me he creado este blog para, básicamente, hablar de lo que me da la gana; sobre la gente, por la gente, y para la gente, así que, ya sabes, si eres gente, puedes participar, ¡eh, qué escribo sobre ti!

Ahora -un poco más- en serio, digamos que mis ansias de expansionismo son bastante grandes, (mira, ya tengo algo en común con Napoleón, y con Hitler) y me apetecía crear un espacio en donde venir a tratar aquellos temas que me interesan o llaman la atención. Dios bendiga el Internet, porque ¿cómo habría sido mi vida adolescente y pre-adulta sin él? Es casi mejor ni pensarlo, teniendo en cuenta que soy una persona muy curiosa, y con necesidades de cultura y aprendizaje abismales, probablemente habría desaprovechado el 5% del mísero 10% de cerebro que solemos invertir. O me habría dado a las drogas, que quién sabe, el aburrimiento azota mucho, no hay más que ver a Pete D., el cual desarrolla todos los momentos en los que no hace música, que vienen a ser los mayoritarios, e incluso en los que sí, tallando el modelo perfecto para los jóvenes de las-drogas-no-son-molonas. Y mira que le costó mostrar lo contrario a Cobain, con aquello de que si no andaba el hombre en una nube, era incapaz de componer. Aunque tampoco hace falta irse tan lejos, ahí tenemos a Fito Cabrales con el mismo lema por bandera. Lástima que sea un genio, con drogas o sin ellas, y yo le ame fervientemente.

Claro que en todo esto tiene mucho que ver la personalidad, aparte de las compañías que la van moldeando, y la educación, sin embargo, trístemente, cada vez parecen pintar menos los padres o tutores en ello. Una pena, de verdad.
Hace 30 años, los profesores eran tan sagrados como Dios o Franco, y a ver quién era el gracioso de llevarle la contraria. Hace 10, los niños empezábamos a ser más revoltosos, y los profesores, menos sagrados, igual que Dios o Franco, pero aún se conservaba un mínimo de respeto, claro que esto no es aplicable al 100%, generalización al poder.
Ahora, los profesores han pasado a tener denominaciones como "tío", "colega", "eh, tú", en resumidas cuentas, como Dios o Franco.
Además, la ley no es que les ampare demasiado, y eso también es una pena. Y cuidado, que yo soy estudiante, y he sufrido, y sufro, en mi piel la impotencia de tener que morderme la lengua o el deseo de que algunos se la mordieran porque estaba segura de que se envenenarían. Pero procuro ser objetiva, y ponerme en varias posiciones, y aunque no sea la persona más adecuada para decirlo, debido a mi falta de paciencia, no empeñaría tanto tiempo en calmar al rebaño enfurecido, veáse, los niños, ni probablemente daría un sinfín de oportunidades. Sin nunca olvidar que para ser respetado, hay que respetar (en esto no incluyo a la mafia italiana), a veces los métodos simples no sirven. ¡Mano dura!
(Y como una especie de Posdata, debo explicaros que habla aquí una hippie harta de la represión y de las barreras, amiga de la libertad y la igualdad, con lo cual, no asustarse, ya mi vena roja aparecerá antes o después, ahora escribe la defensora del pueblo y de los derechos individuales de las personas, y ole).

Y, sinceramente, se me ha ido el santo al cielo, yo no venía precisamente a hablar de la situación actual de las aulas, pero, curiosamente, acabo de descubrir que es posible meter en un mismo texto a Pete D., Kurt Cobain, Fito Cabrales, Dios y a Franco. Y sin despeinarme (y también utilizar tres adverbios terminados en -mente seguidos sin que me entren ganas de darme de golpes contra la pared).
Qué hacha, a ver si el periodismo va a ser lo mío de verdad y no estoy tirando mis años universitarios por el retrete. Que, por cierto, el retrete podría ser un tema interesante para tratar, ¿os habéis fijado que hay muchos tipos diferentes, dependiendo de las épocas, de la ecología, o las nuevas tecnologías? Acojonante.
Pero ya si eso otro día.


Un saludo, amigos con un par para leerme (y un par de besos para los que se vean capacitados para opinar, sois libres de ponerme verde, y yo libre de borrar los comentarios. ¡Viva la democracia, viva!).


-S